El 15 de abril vence el plazo para que las empresas ecuatorianas paguen las utilidades a sus trabajadores, un beneficio económico derivado de las ganancias reportadas en el ejercicio fiscal anterior. De acuerdo con la normativa vigente, las compañías debieron presentar hasta el 31 de marzo su declaración de utilidades ante el Servicio de Rentas Internas (SRI), y tienen hasta la fecha límite para distribuir el 15 % de esas ganancias entre sus empleados.
El reparto de utilidades se divide en dos partes: el 10 % se distribuye equitativamente entre todos los trabajadores de la empresa, sin importar su cargo o salario, mientras que el 5 % restante está destinado a las cargas familiares de los empleados. Este derecho también aplica para exempleados que laboraron en la empresa durante el año fiscal en que se generaron las ganancias, recibiendo una parte proporcional según el tiempo trabajado.
Según la legislación ecuatoriana, este beneficio corresponde a todos los trabajadores bajo relación de dependencia, incluso si no han cumplido un año en la empresa. Con el plazo próximo a vencer, los empleados deben verificar que su empleador cumpla con esta obligación, ya que el incumplimiento puede generar sanciones para la empresa.