Arenillas exige salubridad y respeto en su mercado y feria libre. Muchos son los puestos que no cumplen con la Ley sanitaria.

En Arenillas, como en tantos rincones del país, la vida cotidiana se mueve entre la lucha y la esperanza. Pero hay una línea que no puede seguir siendo cruzada: la salud pública. Cuando la comida que llega a nuestras mesas está contaminada, sucia o mal manipulada, estamos hablando de un atentado directo contra la dignidad humana.

Las legumbres, verduras y frutas que se venden en los mercados y ferias libres del cantón no siempre cumplen con las mínimas normas de salubridad. Basta con recorrer el mercado para ver cómo muchos productos son exhibidos llenos de tierra, en condiciones antihigiénicas, al aire libre y sin ningún tipo de control. Esta no es una exageración: es la realidad cotidiana. Igual sucede en la feria libre.

Y la pregunta que muchos nos hacemos es: ¿Dónde están los policías municipales? ¿Dónde está el comisario? ¿Dónde están las autoridades del GAD cantonal que deben poner orden?

La salud no se improvisa. Los GAD municipales tienen competencias claras: control del espacio público, vigilancia sanitaria, regulación del comercio informal, protección del consumidor. No es una sugerencia: es su obligación. Cuando el municipio permite que se vendan alimentos sucios, sin control, sin lavado previo, está faltando a su deber más básico: cuidar la salud de su gente.

Esto no se resuelve con campañas una vez al año ni con operativos esporádicos para “tomarse la foto”. Se necesita un plan sostenido, serio y con voluntad política. Exigir que los comerciantes limpien sus productos, garantizar acceso a agua limpia en los mercados, fiscalizar de manera permanente y no por compromiso. Y, ¿el cuerpo colegiado de concejales? Bien gracias, no pasa nada.

¿Hasta cuándo el abandono? Arenillas es un cantón noble, de gente trabajadora. Pero también es un cantón olvidado, en muchos aspectos, por quienes hoy tienen poder. Mientras se discute de política a puertas cerradas, en las calles la gente compra alimentos que podrían enfermar a sus hijos. ¿Eso es desarrollo? ¿Eso es gestión municipal?

Los GAD no están solo para organizar eventos o adornar fiestas innecesarias. Están para garantizar condiciones mínimas de vida digna. Y la higiene alimentaria es una de ellas.

Exigimos respeto y acción. Por eso, este llamado es claro y frontal:

Señores del GAD de Arenillas: pongan orden. Limpien el mercado y la feria libre. Vigilen los alimentos. Respeten al pueblo. ¿Para qué tienen al Cuerpo de Bomberos?

No queremos discursos, queremos hechos. No queremos excusas, queremos responsabilidad. La salud del pueblo no es negociable.

Arenillas merece más. Merece un municipio que sirva, no que observe desde lejos.

Y si las autoridades no están dispuestas a cumplir su rol, será la ciudadanía quien lo exija en las calles, en las urnas y en cada espacio donde aún exista conciencia.

Hay unos que sueñan en la reelección y hasta quieren ser alcalde. Y no son capaces de cuidar la salud de su pueblo que los eligió con el voto popular.  

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