¡Defender la democracia y la libertad en Ecuador es una prioridad! Para ello, hay un sinnúmero de acciones concretas e inmediatas para actuar frente a cualquier amenaza.
¿Cómo hacerlo? La democracia y la libertad no se regalan, se defiende. No te quedes en silencio, actúa hoy. Ecuador necesita ciudadanos comprometidos y valientes. Así de fácil y de sencillo. ¿Cómo hacerlo? Amando a la democracia sobre todas las cosas.
La democracia es una condición que sólo puede ser alcanzada a través del respeto de los derechos fundamentales de los gobernados y, por consiguiente, del Estado de derecho. De igual forma, está íntimamente relacionada con la búsqueda de mayor igualdad social y la lucha eficaz contra la superación de la pobreza.
¿Qué es y por qué es importante defender la democracia? La democracia es considerada como una forma de gobierno justa y conveniente para vivir en armonía. En una democracia ideal la participación de la ciudadanía es el factor que materializa los cambios, por lo que es necesario que entre gobernantes y ciudadanos establezcan un diálogo para alcanzar objetivos comunes.
La democracia vive una época difícil. La pandemia de COVID-19 sirvió de excusa para que muchos gobernaran por decreto y sin considerar derechos humanos, la violentaron con el robo y la corrupción.
En respuesta, las democracias del mundo se están movilizando para celebrar el respeto en la Cumbre Mundial de la Democracia. Estos compromisos incluyen grandes reformas constitucionales, campañas nacionales de sensibilización, creación de instituciones y mayor presupuesto para ciertas iniciativas.
Hay países como Chile, que se ha comprometido en respetar el límite de los periodos presidenciales. E incluso, hay países que se han comprometido en otorgar recursos económicos para combatir la desinformación torpe de unos antipatria que han traicionado a sus países.
Sin embargo, todo lo anterior (desde los retos descritos hasta las soluciones propuestas es muy distante a la ciudadanía. Nos queda lejos geográfica y políticamente. Las iniciativas referidas, por ejemplo, quedan a cargo de agencias internacionales, ministerios y organizaciones. Ante esto, ¿qué podemos hacer simples ciudadanos como nosotros para defender nuestra democracia y nuestras libertades?
Dar de baja a aquellas producciones de TikTok, Instagram o en los 280 caracteres de Twitter. Mucho de este contenido está diseñado para inducirnos a sentir, pensar, comprar (o votar) de cierta forma. Pensemos por nosotros mismos. Una forma de hacerlo es defender a nuestra Patria. A más de ello, es importante salir de la burbuja de las redes sociales y discutir y analizar lo que sucede en nuestra comunidad o país. Hablar de política en persona no necesariamente lleva a disputas. Si dejamos las pasiones a un lado, hablar de política nos permite reflexionar, conocer otras visiones y crear nuevas relaciones.
La mejor forma de combatir la polarización es hacer nuevos amigos, establecer nuevas redes y evitar el uso de etiquetas llenas de prejuicios que buscan dividir la sociedad. Tenemos más en común de lo que creemos. Al final, lo que todos queremos es mayor seguridad, salud, educación y oportunidades.