Hay refranes que la Santa Escritura lo aclara a la perfección de lo que sucede en el vivir diario, como, por ejemplo: «No hay peor ciego que el que no quiere ver». Resulta inútil convencer a alguien de que vea lo que no quiere ver.
Son 365 días que ha administrado el presidente Daniel Noboa, la República del Ecuador; el pasado 23 de noviembre del 2023, el empresario tomó posesión con sus 35 años, siendo el presidente más joven de la historia de Ecuador, quién confirmó el cambio que buscaba el electorado ante un país marcado por el crimen y los problemas económicos.
En su corto discurso manifestó: “Creo en un Estado cuyo objetivo es el de reducir la violencia, por eso los ecuatorianos votaron por un nuevo Ecuador, soy un hombre libre. Nunca he olvidado el amor a mi país …”.
El pronunciamiento de un pueblo como Ecuador cansado de tanta corrupción y robo, lo alentaron con palabras como: “Adelante señor presidente, usted es el presidente más joven del Ecuador y sabrá demostrar su capacidad …”.
El refrán arriba citado se usa para advertir todo lo bueno y lo malo que viene sufriendo Ecuador de tantas crisis recibidas como herencia de 47 años desde que regresó la democracia donde la “bendita” partidocracia lleva todo el peso por haber violentado constantemente la democracia en Ecuador.
De esta situación de tantas crisis que viene sufriendo el país por 47 años y, por ende, los y las ecuatorianas somos las víctimas de aquella indolencia humana de quién se cree que es el salvador de la Patria cuyos acólitos lo aplauden; esta es la gran realidad nacional donde la oposición al gobierno de turno lo califican culpable, sin mirarse sus rostros que estos mismos protestantes son quienes agacharon la cabeza con el dictadorzuelo y nunca salieron a la calle a protestar (…).
De todo este legado de corrupción y robo, nuestro país enfrenta una crisis institucional, e incluso, política, donde varias instituciones como el CNE y el Defensor del Pueblo, están marcadas en funciones prorrogadas y siguen adelante con sus “marcas” que debilitan la democracia y entorpecen los procesos fundamentales como las elecciones del 2025, cuyo Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), no atina en realizar las acciones legales.
Lo que sí está claro, que son muchos gobiernos que administraron el país, los responsables por la acción y/o omisión, en particular, quienes conocieron desde el 1992 que había déficit de generación, transmisión y distribución de energía. Su responsabilidad está escrita en proporción directa al tiempo que gobernaron y más que todo, los recursos que tuvieron y los volvieron locos por el dinero y lo callaron. Estos, no hicieron el mantenimiento a termoeléctricas, estudios, ni actualizaron la correcta planificación. Hoy estos “científicos” de no hacer nada, lo critican al gobierno de turno.
¿Cuáles son estos políticos de la quiebra del país? (En la próxima entrega lo sabrán).