Las diferentes fechas que la Historia las ha proclamado como “Célebres” y que, muchas autoridades locales las llaman “Días Feriados”, está muy bien decidido, que cuando llegan; martes, miércoles o jueves, se las traslade a viernes o lunes; porque realmente, no conmemoran “Un Año Más”, ni cosa que se parezca.
Antes del año 1582, se utilizaba el Calendario Juliano, impuesto por el Emperador Julio César desde el año 45 A.C. (Antes de Cristo), y desde el 1582 se impuso el Calendario Gregoriano.
El calendario moderno y más común es el gregoriano, promovido por el papa Gregorio XIII en 1582, que establece que el año común tiene 365 días. Para corregir el desfase que existe respecto al año trópico, se creó el año bisiesto, que tiene lugar cada cuatro años. Cuenta con 366 días, ya que se añade el 29 de febrero.
Aquí, la explicación sobre las fechas: La realidad, implica que, cada cuatro años, se cumplen 4 años mas 1 día, porque pasa un año bisiesto; es decir que, nuestra edad real es un día mas cada 4 años; cuando una persona cumple 16 años, realmente tiene 16 años mas 4 días.
La Independencia de Guayaquil que históricamente se dio el 9 de Octubre de 1820, el 9 de octubre de 2020, aparentemente cumplió 200 años; pero, realmente cumplió 200 años más 50 días, es decir: 200 años 1 mes 20 días; que nadie nos lo ha explicado, ni lo ha señalado siquiera.
Febrero tiene 28 días, y 29 en los años bisiestos, debido a ajustes en el calendario para sincronizarlo con el año solar. El calendario romano original tenía 304 días y empezaba en marzo, con febrero como el mes final, al que luego se añadieron días para alinearlo con el ciclo lunar. La reforma de Julio César añadió días a otros meses, pero febrero se quedó con 28 días, y luego se implementó el año bisiesto para compensar el desfase de seis horas que se acumulaba anualmente.
En 1582 el Papa Gregorio XIII le dio una última vuelta al calendario. Debido a un desfase provocado por un pequeño error de cálculo del equipo de Julio César, con el paso de los siglos el calendario se había ido desligando de las estaciones y hacía que la Semana Santa se acercase demasiado al verano, algo que disgustaba mucho al líder de la Iglesia.
Gregorio XIII, tal y como recoge el periódico ABC, quería que el equinoccio de primavera en el hemisferio norte fuera el 21 de marzo en vez del día 11, como había empezado a suceder en el siglo XVI, por lo que decidió crear un nuevo calendario y atajar el problema de raíz: decretó que el día siguiente al 4 de octubre de 1582 sería 15 de octubre, es decir que el 4 pasó a ser 14. El Papa, eliminó de facto 10 días del año 1582 y compensó el desajuste acumulado. Además, aprovechó y cambió la fecha del inicio del año desde el 24 de marzo al 1 de enero situándola en el momento que en la actualidad sigue usándose como referencia y estipuló, que, para volver a evitar el desfase, los años bisiestos seguirían siendo cada cuatro años a excepción de aquellos que sean divisibles por 100 siempre y cuando no sean también divisibles por 400. Por eso, no serán bisiestos los años 2100, 2200 ni 2300.
Entonces, cada 4 años, transcurren 4 años de 365 días más un día del año bisiesto, lo que hace que ninguna fecha es real; la misma fecha de un año a otro, son 365 días transcurridos; pero, si hay un año bisiesto, son 366 d.