La construcción de pensamientos es el resultado de un conjunto de operaciones mentales como la observación, la clasificación o el razonamiento, operaciones que todos tenemos la capacidad de realizar y potenciar, salvo algunas excepciones donde los sujetos presentan patologías. Lo cierto es, que el pensamiento es una necesidad del ser no solo a nivel académico o intelectual, sino que determina las decisiones que tomamos en nuestro entorno. Según Immanuel Kant, el pensamiento es una forma de procesar e interpretar la información que recibimos del mundo, se trata de organizar y dar sentido a las impresiones sensoriales que recibimos. No obstante, con el tiempo parece que el pensamiento se atrofiado, la tecnología absorbe nuestro día que perdemos la noción de las horas que pasamos pegados a la pantalla de un dispositivo, olvidando la manera de convivir con los demás y ni siquiera priorizamos consumir contenidos de calidad para el desarrollo cognitivo.

Estamos siendo víctimas del “Brainrot” (Podredumbre Cerebral), un término que se ha hecho popular para describir los contenidos de internet de poco valor y los efectos que provoca pasar demasiado tiempo consumiéndolos, una tendencia que practicamos inconscientemente porque las plataformas digitales están diseñadas precisamente para que pases el mayor tiempo dentro de ellas, porque mientras más tiempo pases más anuncios te pueden enseñar y es así como sus ingresos crecen.

En este momento cientos de personas pueden estar en lives, batallas de videojuegos en TikTok, reenviando stikers por Whatssap, creando perfiles falsos en Facebook para incitar el odio hacia un candidato o partido político o escribiendo alguna frase en Instagram o cualquier red social, la lista de actividades en el mundo digital es infinita, pero lo que debe ocupar tu atención es el contenido que te permita aprender algo que desconocías, toda información que beneficie tu superación personal, que conecte con tu vida de manera positiva, pues enfrentamos una sociedad que está limitando su capacidad de pensar y cada vez busca más vías de escape.

En este sentido, entender los problemas reales que enfrenta el mundo requiere pensamiento crítico, desde el lugar en el que te encuentres también puedes cuestionar temas como: la desigualdad de género, contaminación ambiental, migración, conflictos geopolíticos o cualquier tema de interés social que te exija pensar y formular preguntas porque el pensamiento requiere una reflexión profunda que se fortalece en la lectura, autoevaluación y el conocimiento previo evitando la desinformación y compartiendo recursos relevantes para tomar decisiones informadas.

Precisamente este domingo 9 de febrero los ecuatorianos debemos elegir a los ocupantes de Presidencia y Vicepresidencia, a los 15 asambleístas nacionales, 130 asambleístas provinciales, 6 asambleístas por la comunidad migrante y a los cinco representantes del parlamento Andino, elige a los candidatos que prioricen el bienestar social y económico y no tengan procesos penales pendientes, deudas millonarias al SRI o patrimonios fluctuantes. Elige líderes con propuestas concretas y viables que solucionen la precariedad en servicios básicos, salud, educación y seguridad, basta de ser espectadores del caos y aplaudir la improvisación del actual gobierno que incluso nos convierte en objeto de burla para la opinión internacional al generar conflictos comerciales con México subiendo aranceles innecesarios que desacatan el acuerdo de alcance parcial que mantienen desde 1983 como miembros de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Teniendo conocimiento de todas estas arbitrariedades es hora de decidir, no desaproveches la oportunidad histórica de votar por quienes si desean alcanzar una nación más equitativa y justa.

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