El lunes 20 de enero será recordado como una jornada trágica en las ciudades de Machala, El Guabo y Santa Rosa, donde cuatro ataques armados cobraron la vida de seis personas, sembrando pánico y desconsuelo en la provincia de El Oro.

Los sucesos, marcados por una crueldad extrema, evidencian una escalada de violencia que no da tregua.

El primer hecho tuvo lugar en un chifa de Machala, donde tres jóvenes fueron atacados mientras esperaban su almuerzo. Fredy Josué Orellana Calva, de 18 años, Anthony Aldair Guzmán Pizarro y Franco Segundo Coello Villacís, ambos de 27, no lograron escapar del ataque.

Dos sicarios llegaron en moto, y uno de ellos entró al local disparando sin contemplaciones. Fredy fue trasladado al hospital Teófilo Dávila, donde falleció poco después, mientras que sus acompañantes murieron en el lugar.

Horas más tarde, en el sitio El Rosario, parroquia Barbones, en El Guabo, Alfredo Nanking Lle Sang Salinas, de 25 años, fue llevado hasta un predio bananero y asesinado a tiros.

Testigos aseguran que el joven salió de su casa junto a dos hombres en una motocicleta, quienes lo habrían llevado al lugar para ultimarlo. Uno de los atacantes lo disparó por la espalda en al menos cuatro ocasiones. Fue su propio padre quien rescató su cuerpo de un canal de riego donde lo arrojaron, con ayuda de vecinos.

Mientras tanto, en Machala, otro ataque armado se registró en el sector céntrico de la ciudad. Roberto Eliseo Zeas Asunción, de 31 años, fue abatido de seis disparos mientras se encontraba como pasajero en un taxi de la cooperativa Buenos Aires.

El crimen ocurrió cerca de las 18:45, cuando el conductor del taxi descendió para realizar una compra. En ese momento, dos hombres en moto dispararon contra Zeas, quien murió al instante. Los proyectiles perforaron el parabrisas, dejando una impactante escena que conmocionó a los transeúntes.

La jornada de terror no terminó ahí. Pasadas las 20:20, en Santa Rosa, un adolescente de 17 años identificado como Andy G. fue el blanco de otro ataque mortal. Según testigos, el joven se encontraba junto a su padre en el sector conocido como El Prado cuando varios hombres en moto abrieron fuego.

Andy intentó escapar, corriendo hacia un terreno baldío, pero los sicarios lo persiguieron hasta alcanzarlo. Su cuerpo, perforado por múltiples disparos, fue hallado entre matorrales.

El dolor de su madre resonó en el lugar al gritar desesperada: “Me quiero ir contigo”, mientras sus familiares trataban de consolarla. La escena estaba marcada por la desolación, con habitantes y allegados llorando por la pérdida del joven.

Las autoridades desplegaron un fuerte operativo en los cuatro escenarios, recolectando indicios y revisando cámaras de seguridad para identificar a los responsables. Sin embargo, hasta el momento no se reportan capturas relacionadas con estos hechos.

  Mientras tanto, los cuerpos de las víctimas fueron trasladados al Centro Forense de Machala, donde sus familiares aguardan respuestas en medio del luto y el desamparo.

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