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Retorno a la normalidad

diciembre 19, 2024
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Retorno a la normalidad

Hoy, el Ecuador vuelve a la normalidad en cuanto al suministro eléctrico, tras semanas de cortes programados que evidenciaron las fragilidades del sistema energético nacional. Este retorno a la estabilidad representa un alivio para millones de ciudadanos y sectores productivos que fueron duramente golpeados por las interrupciones, pero también es una llamada de atención para reforzar la planificación y evitar que este escenario se repita.

La crisis energética que vivimos no fue un accidente aislado. Las causas incluyen una combinación de factores climáticos, como la disminución de los caudales en centrales hidroeléctricas, y estructurales, como el mantenimiento deficiente de la infraestructura, la falta de inversión en energías renovables y el rezago en las políticas de eficiencia energética. Además, la creciente demanda eléctrica, impulsada por un desarrollo económico irregular y la expansión urbana, puso aún más presión sobre un sistema ya debilitado.

El regreso al suministro regular debe ir acompañado de un compromiso firme con una planificación energética sostenible. Esto implica tres áreas clave de acción:

Diversificación de la matriz energética: Ecuador tiene un enorme potencial en energías renovables como la solar, eólica y geotérmica. Estos recursos no solo son más sostenibles, sino que también mitigan la dependencia de fuentes hidroeléctricas afectadas por el cambio climático.

Inversión en infraestructura y mantenimiento: La modernización de las redes de transmisión y distribución es fundamental. Los apagones recientes demostraron que el envejecimiento de la infraestructura es un riesgo crítico para el sistema eléctrico.

Eficiencia energética y educación ciudadana: Es indispensable promover el uso racional de la energía, tanto en hogares como en sectores industriales. Campañas educativas y políticas de incentivos podrían marcar una diferencia significativa en la demanda eléctrica.

El sector privado, las instituciones académicas y la sociedad civil deben involucrarse en un esfuerzo colectivo. Proyectos de investigación, tecnologías innovadoras y un marco regulatorio claro son elementos necesarios para garantizar un sistema eléctrico robusto.

Ecuador tiene una oportunidad histórica de aprender de esta crisis y fortalecer su sector energético. No hacerlo significaría condenarse a un ciclo de vulnerabilidades que impactan directamente en la calidad de vida de los ciudadanos y en la competitividad del país. El retorno a la normalidad es un paso positivo, pero debe ser el inicio de un camino hacia una planificación responsable, sostenible y resiliente.

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