Todos los ecuatorianos gozamos de una inteligencia para saber defender la soberanía nacional del Estado ecuatoriano, sin embargo, quienes han ejercido el primer poder del Estado que es la Asamblea Nacional, estos no han tenido la delicadeza de haber fiscalizado a quién y/o quienes son los responsables de haber entregado un 94% del mar territorial continental insular de las 200 millas, establecido en su legislación soberana y en los tratados internacionales.
La Convención del Mar (CONVEMAR) en forma unilateral haciendo gala de una interpretación estúpida en su Art 3, reconoce a los países signatarios un mar territorial máximo de 12 millas, lo que implicaba para Ecuador la reducción de un 94% de su mar territorial continental e insular de 200 millas.
Precisamente, esta traición a la Patria viola el Código Civil, su mar territorial de 200 millas. El ex presidente Constitucional Osvaldo Hurtado se negó a firmar la Convemar, cuando se suscribió en 1982 en Jamaica.
Solo un gobierno desquiciado pudo haber hecho semejante traición a la Patria incluido la Cancillería, que no reclamaron lo que por derecho le correspondía sobre la plataforma continental de las Galápagos, estos perversos en el año 2012, la regalaron, e históricamente el Ecuador y el gobierno de Correa, borró 190 años de evolución del derecho marino ecuatoriano y subordinaron la soberanía de la República a una convivencia con pretensiones supranacionales.
De lo expuesto, ningún asambleísta defendió la soberanía nacional marítima, ni los dueños de los partidos y movimientos políticos. Estos también se convirtieron en cómplices y encubridores de traición a la Patria.
Apreciados lectores, ustedes deben inteligenciarse y conocer todos los pormenores con el cual aquella CONVEMAR que en forma displicente y desafiante hizo retroceder nuestra plataforma marítima y redujo los límites marinos en el territorio de Ecuador. Disminuyó el mar territorial, la soberanía aérea y espacial, los derechos en la órbita geoestacionaria y de defrontación en la Antártida e implicaron la pérdida de la soberanía sobre la cordillera submarina de Manta/Carnegie.
Todo esto se originó con la venía del prófugo de la justicia en el año del 2012, por la inconstitucional adhesión a la CONVEMAR, que nunca debería haberse firmado. Esta regalía de la plataforma marítima de las Galápagos, afectó un ecocidio por la depredación de las flotas pesqueras extranjeras, del narcotráfico y su “paso inocente” en aguas consideradas por la convención como internacionales.
Esta traición a la Patria, también fue un etnocidio para los pescadores artesanales, desplazándolos de sus actividades productivas y cultural de origen milenario, a la reducción de los volúmenes de captura de la industria pesquera.
Así se produjo el preludio de un desastre ecológico mayor, de la explotación submarina de alto riesgo para la historia de la soberanía ecuatoriana, las Islas Galápagos. Y, ningún asambleísta de los gobiernos del correato, de Lenin Moreno, Guillermo Lasos y del gobierno de turno, han tomado el tema para su aclaración en la Asamblea Nacional y sancionar a los responsables.
