La violencia sigue dejando su huella en Machala. Wilson Iván Solórzano Cun, de 31 años, fue acribillado la noche del domingo 5 de enero en el barrio Tiwinza, parroquia Puerto Bolívar. El ataque ocurrió cerca de las 21:50, alarmando a los moradores que escucharon una ráfaga de disparos.

Los vecinos, alarmados por el estruendo, salieron a las calles para descubrir una escena aterradora: el cuerpo de Solórzano yacía sin vida en un oscuro callejón. De inmediato, el ECU911 fue notificado, lo que permitió que agentes de la Policía Nacional acudieran al lugar para tomar el control de la situación.

El sector, conocido por su alta peligrosidad, se llenó rápidamente de uniformados que implementaron un operativo especial para preservar la escena del crimen y garantizar la seguridad de los residentes. Los agentes acordonaron el área mientras realizaban la recopilación de indicios que podrían dar pistas sobre los responsables.

Este hecho de sangre se convirtió en el segundo homicidio registrado en menos de dos horas en Machala, lo que evidencia una preocupante escalada de violencia que mantiene en alerta a las autoridades locales ya la comunidad.

La ciudadanía se mostró consternada, pues el crimen tuvo lugar en un horario en el que muchas personas aún transitan por las calles. “No sabemos qué hacer, ya no se puede ni salir de casa sin miedo”, expresó un residente del sector, reflejando la sensación de inseguridad que embarga a la población.

Por ahora, la Policía Nacional no ha ofrecido declaraciones oficiales sobre el caso. Sin embargo, fuentes extraoficiales aseguran que los agentes de la Dirección de Muertes Violentas trabajan intensamente para identificar a los autores materiales e intelectuales del crimen.

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