Pasaje.- El ambiente era sombrío, cargado de dolor y confusión, cerca al cementerio, en el sector Sitio Nuevo, parroquia Buenavista, el asesinato de Joffre Fernando Illescas Espinoza dejó a su esposa en un estado de shock, fue testigo de la brutalidad del ataque que le arrebató la vida a su ser amado. El lugar se llenó de desesperación y silencio tras el estallido de las balas.
El crimen ocurrió la tarde del martes 21 de octubre, alrededor de las 17h00. La pareja había llegado a una lavadora de autos ubicada junto al cementerio. Mientras conversaban tranquilamente, el terror se desató cuando dos hombres armados se acercaron y dispararon a quemarropa contra Illescas, sin darle oportunidad de reaccionar.
Los agresores, quienes sorprendieron a la víctima desde atrás, dispararon sin piedad y luego huyeron rápidamente en una motocicleta, dejando a la esposa paralizada por el horror de lo sucedido. Los testigos, desconcertados, solo pudieron escuchar las detonaciones y ver cómo los atacantes desaparecían del lugar.
Minutos después, agentes de la Policía Nacional llegaron a la escena y confirmaron el fallecimiento de Illescas. Los disparos que recibió fueron letales. En la investigación preliminar, se levantaron ocho indicios balísticos, que se encontraban dispersos en la escena del crimen.
Según las autoridades, Illescas, de 34 años de edad, tenía antecedentes judiciales relacionados con el delito de robo. Este historial hizo que la policía no descartara que el asesinato estuviera vinculado a disputas por control territorial en el tráfico de sustancias ilegales, hipótesis que es investigada.
Este violento suceso ha impactado profundamente a la comunidad de Buenavista, donde la inseguridad ha venido en aumento. Los habitantes expresan temor ante la posibilidad de que se produzcan más episodios de violencia ligados a la pugna entre bandas delictivas que buscan imponerse en la zona.