En el corazón de El Oro, Pasaje se alza como un testigo silencioso del tiempo, donde los ecos de sus primeras pisadas aún resuenan entre sus calles desde las orillas del río Jubones, su caudal ha acompañado el pulso de una ciudad que, durante 130 años, ha florecido con la fuerza de su gente, Pasaje ha tejido una historia que trasciende generaciones, arraigada en la tierra fértil y en el espíritu inquebrantable de quienes la llaman hogar, quienes aprendieron a resistir y adaptarse, buscando siempre un lugar mejor donde echar raíces. Hoy, al celebrar 130 años de cantonización, Pasaje recuerda con orgullo sus orígenes, su lucha por la autonomía y su crecimiento hasta convertirse en uno de los centros más importantes de la provincia de El Oro.

La historia de Pasaje está ligada al río Jubones, cuyo curso caprichoso llevó a los primeros pobladores a trasladarse varias veces en busca de tierra firme fue entre 1800 y 1830 cuando, finalmente, se asentaron en el margen izquierdo del río, cerca de la hacienda Magnolia, propiedad de la familia Macías, esté fue el comienzo de lo que hoy es la ciudad de Pasaje.

Los primeros pasos hacia la autonomía

En 1824, bajo la Ley de División Territorial Colombiana, Pasaje fue elevado a la categoría de parroquia del cantón Machala sin embargo, la pujanza y el deseo de independencia de su gente hicieron que, apenas dos años después, en abril de 1826, un grupo de connotados ciudadanos solicitara al Senado de la República de la Gran Colombia que Pasaje fuera declarada parroquia independiente de Machala este primer intento de independencia, aunque no fue inmediato, sembró la semilla de lo que décadas más tarde se cristalizaría como la cantonización de Pasaje.

A medida que el tiempo pasaba, Pasaje desarrolló una vida social, política y productiva vibrante. Sus habitantes, provenientes de lugares como Cuenca, Loja y Zaruma, se sintieron atraídos por la fertilidad de sus tierras y las oportunidades de progreso que estas ofrecían el desarrollo agrícola, particularmente la producción bananera, empezó a ser uno de los motores económicos de la región, lo que impulsó el crecimiento demográfico y la consolidación de Pasaje como una comunidad próspera.

El origen del nombre: entre el camino real y las nieves

El nombre «Pasaje» está estrechamente ligado a su historia como punto de tránsito. Desde tiempos precolombinos, Pasaje era un paso obligado en el camino real que conectaba diversas comunidades aborígenes, extendiéndose hasta el Cuzco por el sur y hacia el norte, pasando por Yunguilla, Yulug, Oña, entre otros pueblos se cree que este rol de conexión dio origen a su nombre, que evocaba la idea de un lugar de paso, un «pasaje» entre los pueblos del altiplano y la costa.

Pero la historia detrás del nombre no termina allí. Entre las versiones más contadas por los pasajeños se encuentra la que liga el nombre a «Las Nieves » se dice que en el siglo XVIII, cuando los hacendados describían sus propiedades, hacían referencia a un “pasaje” que conducía «por las nieves» hasta la hacienda Chaguana esta expresión hacía alusión a una zona de neblina que cubría las tierras en ciertos momentos del año otra versión, más romántica, relata que el mariscal Antonio José de Sucre, al cruzar la zona con sus tropas libertadoras en 1820, exclamó: «¡Qué bello pasaje de las nieves!» ante la majestuosidad de los paisajes.

Cualquiera sea la versión correcta, lo que es indudable es que el nombre de Pasaje está cargado de historia y simbolismo, evocando su pasado como punto de conexión y su belleza natural.

La lucha por la cantonización

Desde 1890, la idea de la independencia comenzó a cobrar fuerza entre los pasajeños la ciudad, con un crecimiento económico sostenido, impulsado por la agricultura, sentía que estaba lista para emanciparse políticamente de Machala y consolidarse como un cantón. Sin embargo, el camino hacia la cantonización no fue sencillo el presidente de la época, Luis Cordero, negó inicialmente el decreto de cantonización debido a resentimientos políticos por la falta de apoyo en las elecciones.

Fue en este contexto que la figura del sacerdote Dr. José Ochoa León, diputado por El Oro, jugó un papel importante su tenacidad y liderazgo patriótico hicieron posible que, finalmente, el 1 de noviembre de 1894, Pasaje fuera declarado cantón este hito marcó el inicio de una nueva etapa de autonomía política y económica para la región.

Pasaje hoy: un centro de crecimiento y desarrollo

Hoy, a 130 años de su cantonización, Pasaje es una ciudad en constante crecimiento. Según el censo de 2022, la ciudad cuenta con más de 60 mil habitantes, lo que la convierte en la segunda urbe más grande y poblada de la provincia de El Oro su ubicación estratégica, entre el río Jubones y el Palenque, y su clima tropical, hacen de Pasaje un lugar ideal para el desarrollo agrícola y comercial.

César Prado, recuerda con nostalgia algunos de los cambios que ha experimentado la ciudad en las últimas décadas. “Pasaje ha ido creciendo de a poco en su urbanismo, una ciudad que guarda sus tradiciones y su cultura la visita de ecuatorianos de otras partes del país ha sido parte de ese crecimiento, aportando con su gastronomía y tradiciones a nuestra ciudad”. Además, destaca algunas de las tradiciones que han marcado la historia de Pasaje: “Una de las más importantes eran los bailes populares del 1 de noviembre la gente se vestía de gala y las familias se reunían para celebrar con orquestas en cada rincón de la ciudad, aunque esta tradición se ha ido perdiendo, las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Luz el 15 de noviembre y el pregón de fiestas siguen siendo importantes para la comunidad

La producción de banano sigue siendo una de las principales actividades económicas, pero Pasaje también ha diversificado su economía, convirtiéndose en un centro administrativo, financiero y comercial de relevancia en la región además, su cercanía a Machala la ha convertido en una ciudad dormitorio para muchos que, cada día, se trasladan a la capital provincial para trabajar.

Desde Oriente, los Andes aspiran, capitosa, tu fértil fragancia y, ondulando su azul de distancia, té consagran su beso fluvial…Pasaje celebra con orgullo sus 130 años de historia, una historia marcada por la lucha, la resiliencia y el progreso desde sus humildes orígenes como un caserío al margen del río Jubones, hasta su consolidación como un cantón próspero y en crecimiento, Pasaje sigue siendo un ejemplo de la tenacidad de su gente. Hoy, más que nunca, su pasado y presente se entrelazan en una celebración que honra su identidad y proyecta su futuro con esperanza.

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