El Grupo de Caballería Blindada N.4 Febres Cordero ejecutó un operativo en la compañía ubicada en el sector Muluncay, cantón Zaruma, donde descubrió una preocupante irregularidad: gran cantidad de material explosivo almacenado sin cumplir con las normas de seguridad y sin la respectiva guía de libre tránsito.

Durante la inspección de los polvorines, los uniformados constataron que los explosivos estaban en condiciones inadecuadas, lo que representaba un alto riesgo. Ante esta situación, se procedió a la inmediata incautación del material, que incluía detonadores, mechas y cordón detonante.

En total, los militares decomisaron 1.937 detonadores no eléctricos, 730 metros de cordón detonante, 100 fulminantes, 145 unidades de explosivo Riogel y 1.000 metros de mecha lenta, todos almacenados sin los debidos permisos ni medidas de seguridad.

El material explosivo fue trasladado hasta el Centro de Control de Armas de El Oro, donde quedó bajo custodia para su respectivo trámite legal. Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar las responsabilidades en este caso.

Las Fuerzas Armadas reiteraron su compromiso de mantener el control sobre el uso y almacenamiento de explosivos en el país, advirtiendo que seguirán ejecutando operativos para evitar posibles incidentes o actividades ilícitas relacionadas con este tipo de material.

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