Por el futuro del Ecuador, urge actuar Ya. En las últimas décadas, Ecuador ha sido testigo de una dolorosa realidad: niños y adolescentes atrapados por el crimen organizado, usados como “mulas”, vigías o incluso sicarios. ¿Cómo llegamos a esto? ¿En qué momento dejamos que los libros fueran reemplazados por armas, y la curiosidad infantil por el miedo y la violencia?
Niñez armada: una tragedia nacional. Cuando un niño porta un arma, el Estado ya ha fallado. No solo hablamos de una crisis de seguridad, sino de una profunda crisis de oportunidades. La pobreza, el abandono escolar y la falta de acceso a una educación digna se han convertido en la antesala perfecta para que bandas criminales recluten menores, muchas veces con engaños o promesas de dinero fácil.
Esto no es solamente un problema de “delincuencia”. Es un problema de abandono estructural. Ningún niño nace violento. Se vuelve violento cuando el entorno lo obliga a sobrevivir como puede.
Más libros, menos balas. La verdadera seguridad no se construye con más cárceles, sino con más escuelas que funcionen. Con más maestros bien pagados. Con libros gratuitos en las aulas, no promesas vacías. Hoy, muchos centros educativos rurales y urbanos apenas cuentan con recursos básicos. La brecha entre quienes pueden pagar una buena educación y quienes no, sigue ampliándose.
Dar libros gratuitos a las escuelas no es un lujo, es una inversión en el futuro. Cada texto entregado es una herramienta para liberar mentes, para construir ciudadanía, para formar a quienes mañana podrán transformar su entorno. Un libro no solo educa: salva.
Una responsabilidad de todos. No basta con señalar. Es responsabilidad del Estado garantizar el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad. Pero también es tarea de la sociedad civil, de las familias, de los medios de comunicación y de cada ciudadano, levantar la voz ante esta injusticia. No podemos normalizar que adolescentes estén en centros de detención, mientras las bibliotecas escolares están vacías.
Si realmente queremos un Ecuador con futuro, debemos tomar decisiones valientes hoy. Decisiones que prioricen la vida sobre la violencia, la educación sobre la represión, y los derechos sobre el olvido.
Decimos con firmeza: Nunca más droga y armas en manos de niños. Sí a más libros gratuitos en las escuelas. Por la paz, por la justicia, por el Ecuador que soñamos.
La verdadera seguridad empieza con una política educativa firme, digna y universal. No hay política contra el crimen más efectiva que una escuela abierta, con docentes bien formados, bibliotecas abastecidas y libros gratuitos al alcance de todos los estudiantes, desde la infancia.
Por eso decimos con fuerza: Nunca más droga y armas en manos de niños y adolescentes. Sí a más libros gratuitos en nuestras escuelas.
Por la justicia, por la paz, por la vida. Por el Ecuador que aún podemos construir.