Sector inmobiliario en pausa ante incertidumbre electoral y temor a la desdolarización…
Machala.- El abogado Magner Aguirre, promotor inmobiliario, en una entrevista reciente en Radio Candela 90.7 FM, abordó la crítica situación que atraviesa actualmente el sector inmobiliario, el cual según comentó se encuentra prácticamente paralizado debido a la incertidumbre electoral, ya que los resultados de las próximas elecciones serán determinantes en la decisión de inversión dentro del país, recalca que la desdolarización sería un suicidio para el país.
Aguirre explicó que, históricamente, cada vez que hay elecciones, los inversionistas tienden a esperar los resultados antes de mover su dinero, ya que, dependiendo de la visión política y la postura económica del gobierno entrante, se generan mayores o menores inversiones. “Esto tiene que ver directamente con el orden económico”, afirmó, señalando que el rumbo económico dependerá de qué tan capaz sea el próximo gobierno de atraer inversión o, por el contrario, de ahuyentarla. La continuidad de las políticas públicas también está en juego.
Sin embargo, también reconoció que en los últimos meses ha habido buenas noticias para el sector inmobiliario. Destacó, por ejemplo, que el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) lanzó un nuevo producto de crédito hipotecario con un interés del 5%, al que calificó como “fantástico”, ya que permite adquirir una vivienda con una cuota similar a pagar un arriendo. Por su parte, el Banco del Pacífico también presentó un producto con tasa del 7.5% y créditos de hasta 500 mil dólares, lo cual calificó de “importantísimo para la industria de la construcción y la industria inmobiliaria”.
Aguirre también comentó sobre un bono habitacional impulsado por el Ministerio de Vivienda, bajo el gobierno de Daniel Noboa, el cual ya está siendo implementado. Este bono, que va desde 4.000 a 7.000 dólares, está dirigido a sectores vulnerables que compran por primera vez una vivienda valorada hasta en 114 salarios básicos ($53.580 dólares). “Esto dinamiza la economía, si se da continuidad a estos proyectos”, aseguró.
Aguirre explicó que esta política beneficia en cadena a arquitectos, ingenieros, constructores y trabajadores del sector, generando movimiento desde la industria de materiales de construcción hasta mano de obra. También impacta en el aumento de aportes al IESS, el incremento del impuesto a la renta, y en una mayor recaudación del IVA. A esto lo calificó como “uno de los más grandes aciertos de los últimos años”, pues es una inversión recuperable para el Estado, que además le permite seguir ayudando a quienes más lo necesitan.
No obstante, advirtió que, si la visión política cambia, si suben las tasas de interés o, peor aún, si se llega a des dolarizar el país, las consecuencias serían fatales.
Aguirre manifestó su esperanza de que se mantenga la dolarización, pues considera que en una economía como la de Ecuador, dolarizada, se debe buscar eficiencia, productividad y gastar menos de lo que se genera. También señaló que reducir los costos operativos del Estado es vital para avanzar.
En cuanto a otros sectores, se refirió a la industria camaronera, uno de los pilares del Ecuador, y consideró positivo que solo se haya impuesto un arancel del 10% a sus exportaciones hacia Estados Unidos, lo que representa una ventaja frente a competidores como Tailandia, Indonesia o India. Ese 20% o 25% de diferencia con otros países puede representar justamente los ingresos que el sector necesita para reactivarse.
Por el contrario, advirtió que un rompimiento en las relaciones diplomáticas por razones políticas podría cambiar totalmente el panorama económico del país. Esta situación, subrayó, debería preocupar especialmente a la economía popular, que es la más afectada por la escasez de empleo y oportunidades.
En ese sentido, calificó la desdolarización como “Un suicidio económico para el país” y aseguró que su afirmación se basa en hechos económicos medibles y predecibles, sustentados en estadísticas, historia y ejemplos de lo ocurrido en otros países. Según el abogado, existen parámetros claros en materia política-económica que permiten anticipar lo que es más conveniente para el país.
Aguirre defendió que la dolarización trajo estabilidad al Ecuador, poniendo como ejemplo que en la época del sucre era complicado comprar un vehículo o una casa. Con la dolarización, la gente puede hacer planes de pago estables, ya que las cuotas no se devalúan. En cambio, antes se comenzaba con una cuota de 1 millón de sucres, pero terminaban pagando hasta tres millones, sin que sus salarios se incrementaran proporcionalmente.
Reconoció que, aunque la dolarización fue impopular en su momento, muchos ya le han dado crédito al expresidente Jamil Mahuad por haberla implementado, aunque fuera “a destiempo”. De todas formas, la consideró una solución real para el país. Aun así, criticó que el Ecuador ha sido mal administrado, y que “cambiar esa dinámica no es fácil, y menos de un día para otro”.
El verdadero problema, según Aguirre, es que los recursos del Estado no se han optimizado y no se han creado políticas públicas económicas que estimulen el desarrollo, especialmente en los sectores productivos.
Si llegara a ganar un partido de izquierda, nos advirtió que la inseguridad seguiría creciendo y que la desdolarización sería desastrosa, ya que ahuyentaría totalmente la inversión. En ese escenario, habría que pensar en una nueva moneda nacional, la cual, como en el pasado, podría devaluarse rápidamente, recordó, señalando que, en la época del sucre, un dólar llegó a cambiarse por 25.000 sucres.
Aunque no maneja cifras exactas, Aguirre aseguró que el sector inmobiliario mueve millones de dólares, desde la inversión en terrenos y viviendas hasta corredores de bienes raíces, promotores, arquitectos y constructores. Lo calificó como una cadena virtuosa que activa múltiples sectores de la economía.
Sobre el bono habitacional, dijo que no debe verse como una ayuda social, sino como una inversión social, ya que retorna al Estado en forma de impuestos, empleos y crecimiento económico. Recomendó que este tipo de política se mantenga como uno de los ejes fundamentales del actual gobierno.
También destacó que el sector de la vía a Balosa es ideal para el desarrollo de viviendas de interés social, e hizo un llamado al alcalde Darío Macas para que facilite inversiones e impulse la propuesta del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda. Esta contempla que también personas con terreno propio y escrituras puedan acceder al bono habitacional de $7.000, y que con algo de ahorro y un crédito del BIESS al 5% de interés, se podría hacer realidad el sueño de tener casa propia. “Esto representaría un movimiento económico importantísimo para el país”, añadió.
Finalmente, Magner Aguirre cerró la entrevista con una frase esperanzadora, pero también de advertencia: “Hay esperanza, dependiendo de quién gane las elecciones”, sentenció.