El dolor inconsolable de una madre llenó de angustia a la ciudadela Teodoro Vite, en Santa Rosa, tras el brutal asesinato de su hijo, Jhinson Anderson Salto Urgilez, de 45 años de edad, su cuerpo yacía en el suelo mientras los agentes policiales realizaban las pericias correspondientes.

El crimen tuvo lugar la tarde del miércoles 20 de noviembre, cuando dos hombres armados, a bordo de una motocicleta negra, irrumpieron en la tranquilidad del barrio y dispararon sin piedad. Eran aproximadamente las 17:30 cuando las balas alcanzaron a las víctimas, quienes se encontraban en un vehículo negro.

«¡No puede ser! ¡Mi hijo es un hombre honrado!», exclamaba entre sollozos la madre de Jhinson, ante la mirada impotente de vecinos y curiosos que se congregaron en el lugar del ataque.

Salto Urgilez, conocido por su trabajo como taxista informal, falleció en el sitio del atentado. En tanto, otra persona que lo acompañaba, identificada como Nestor M. B., de 49 años, resultó gravemente herida y fue trasladada de emergencia a un centro médico.

El escenario del crimen era desolador. A escasos metros, un grupo de niños practicaba fútbol en una cancha, convirtiéndose en testigos de un acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad.

La tragedia desató el llanto y la indignación de los moradores, quienes no podían creer lo sucedido. La imagen de la madre aferrada al cuerpo de su hijo quedará grabada en la memoria de quienes presenciaron esta escena desgarradora.

Autoridades locales informaron que el caso está siendo investigado, mientras familiares y vecinos claman justicia para Jhinson y exigen que los responsables sean llevados ante la ley.

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