Una intervención sorpresa de las Fuerzas Armadas en el centro penitenciario de Machala reveló la presencia de armas blancas y objetos prohibidos escondidos por los internos. El operativo se llevó a cabo el pasado 11 de enero en el pabellón de máxima seguridad.
Entre los artículos incautados se encontraron teléfonos celulares, baterías, cables eléctricos y cinceles. Algunos de estos objetos estaban ocultos en una viga metálica, lo que evidenciaba la ingeniosa forma en que los reclusos intentaban burlar los controles de seguridad.
Las autoridades señalaron que esta operación forma parte de las medidas permanentes para combatir el ingreso de elementos prohibidos a las cárceles, que suelen utilizarse para planificar actos ilícitos o alterar el orden dentro de los recintos.
La acción, ejecutada de manera sorpresiva, busca reforzar la seguridad en el penal y prevenir actividades delictivas que podrían tener origen en el interior del centro de reclusión.
Este tipo de registros comenzará de manera periódica como parte de las estrategias para garantizar el control y evitar que las cárceles se conviertan en puntos clave para el crimen organizado.
