Las mujeres ecuatorianas han demostrado una valentía inmensa en la lucha contra la violencia machista y por la defensa de la democracia, la justicia y los derechos humanos. Alabarlas es reconocer su fuerza, resistencia y compromiso con una sociedad más equitativa y libre.

Es un deber y responsabilidad del gobierno, sus ministerios, instituciones públicas y privadas, cámaras de la producción y empresarial, universidades, reconocer su valentía en defensa de la familia y la Patria.

Cómo victimas la mujer ecuatoriana ha salido a las calles alzando su voz exigiendo justicia a pesar de los riegos, su lucha no solo es por ellas, sino por toda la sociedad ecuatoriana. Mientras que muchos entes sociales llámense movimientos y partidos políticos, sector indigenado, solo se han preocupado por politiquerías que tanto daño causan al país buscando “migajas” personales y de grupo sin impórtales la vida humana, más aún de la mujer, cuyas violencias de género las miran como simples “películas” del oeste.

El ejemplo de lucha de las mujeres ecuatorianas que no temen desafiar a la injusticia, que convierten el dolor en lucha y la indignación en cambio, son ejemplos donde la sociedad ecuatoriana debe inmiscuirse.       

El rol fundamental que viene destacando la lucha de la mujer en las calles, tiene protagonismo y su papel principal es en defensa de la democracia. Las mujeres no solo han luchado contra la violencia, sino que han sido clave en la construcción democrática del país.

Muchos son los movimientos donde líderes comunitarias, activistas y jóvenes han trabajado por leyes más justas y por un Ecuador más inclusivo. “Son la voz de la resistencia, el motor del cambio y el alma de una democracia verdadera.”

Mi bello Ecuador debe aplaudir la solidaridad y unidad de la mujer valiente y guerrera que pone de manifiesto su rebeldía ante una justicia que, en vez de protegerla, protegen a los delincuentes poniéndolos en libertad. Estas injusticias, hacen que la mujer ecuatoriana se una por la lucha colectiva que es más fuerte que el sistema incipiente de la justicia en Ecuador.    

La mejor manera de honrarlas no es solo con palabras, sino con acciones: escucharlas, apoyarlas y defenderlas.

En homenaje a su coraje, las mujeres ecuatorianas han convertido el dolor en fuerza, la injusticia en lucha y la indignación en esperanza. No solo han luchado por sus derechos, sino por la dignidad de todo el país.

Mujer de mi bello Ecuador, te rindo este mi homenaje: “Eres la voz que no se quiebra, la llama que no se apaga, el grito de la justicia en las calles y el corazón indomable de la Patria.

Con cada paso desafías el miedo, con cada lucha transforma el dolor en esperanza. Has convertido las lágrimas en fuerza, la indignación en cambio, y la unidad en una bandera que ondea con orgullo. (…).

Hoy y siempre, te honramos, te escuchamos y te seguimos. ¡Gracias, mujer valiente, por levantar a la Patria con tu coraje! 

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