Independiente del Valle está frente a una situación muy complicada. La derrota 3-0 que sufrió en el partido de ida de la final de LigaPro prácticamente ha sentenciado su suerte.
En el histórico, desde que se volvieron a jugar finales en el campeonato nacional de fútbol, nunca se ha dado una remontada. Por consecuencia, jamás un 3-0 ha sido desperdiciado.
El rayado debe conseguir una ventaja de tres goles para igualar la serie y anotar cuatro para ser campeón de manera directa.
Si bien tiene la tercera mejor delantera de la temporada (56 goles a favor), se enfrenta a la tercera mejor defensa del año (31 goles en contra).
En el año solo ha conseguido esa diferencia en cuatro oportunidades, en LigaPro.
A Cumbayá y Libertad los derrotó por 3-0; a Universidad Católica le ganó por 5-2. Solamente a Macará pudo hacerle siete goles en un partido. Los demás no pudo ganar por más de dos goles.
Además, en la última visita de Liga de Quito a Chillo Jijón, el marcador terminó 1-1. Fue en la primera etapa del campeonato.
En ese estadio, el año anterior, Liga de Quito ganó 2-3 en la primera etapa y empató 0-0 en la ida de la final.
En mayo de 202, el rayado ganó como local ante el albo, pero fue por la mínima diferencia.