Los especialistas afirman que existen afectaciones físicas y también psicológicas
Son ruidos que desde hace dos meses, desde que empezó la crisis eléctrica, se han vuelto habituales.
Ruidos que incomodan y que acompañan día y noche cuando no hay luz y que pueden desencadenar trastornos físicos y psicológicos; motivo incluso de consulta.
Un generador casero puede producir ruidos de hasta 90 decibeles, pero el oído humano puede estar expuesto hasta 100 decibeles, aunque solo en cortos períodos.
El hecho cierto es que los generadores están afectando al oído y causando lo que los especialistas auditivos conocen como traumas acústicos.
“Primero es el estrés auditivo, luego puedes sentir como un sonido, alguna sensación de que algo pasó con la audición, que ha bajado un poquito con un oído tapado pero se va recuperando con las horas”, explica Daniela Sáenz, otorrinolaringóloga.
Esta condición cambia si la persona se expone al ruido que causan los generadores industriales y, peor aún, si los escucha en forma permanente.
La especialista dice que una exposición prolongada puede generar pequeñas bajas de audición, como un trauma acústico, “no son bajas perceptibles de la audición, son daños pequeños en el nervio de la audición”, menciona.