La provincia de El Oro vivió un feriado navideño marcado por la violencia, con seis asesinatos reportados en distintos cantones el 24 y 25 de diciembre. Los crímenes, ejecutados con precisión y brutalidad, dejaron a las autoridades ya la ciudadanía consternada.

El primero de los hechos ocurrió en la avenida Colón Tinoco, en el sur de Machala. Edwin Vicente Orozco Jaramillo, de 44 años, fue atacado tras recibir una llamada telefónica mientras estaba en un centro de tolerancia.

Al salir del lugar, fue interceptado en un callejón cercano por sujetos armados que le dispararon varias veces. Aunque los paramédicos intentaron trasladarlo con vida, Orozco falleció en la ambulancia antes de llegar al hospital.

Horas después, en el sector de los Kioskos, en El Guabo, Jimmy Daniel Gaspar, de 37 años, fue asesinado a balazos en su domicilio. Los atacantes, a bordo de una motocicleta, dispararon más de diez veces, dejando a Gaspar sin vida y a otro hombre herido.

Testigos aseguran que los sicarios actuaron con rapidez, dejando el sector en pánico antes de huir.

La madrugada del 25 de diciembre, en El Guabo, Humberto de los Santos Bravo Veliz, de 50 años, y Luis Mario Ortega Encalada, de 16, fueron acribillados en la ciudadela El Chófer.

Según relatos, ambos salieron a comprar bebidas cuando fueron emboscados por hombres armados. Los asesinos dejaron panfletos con amenazas dirigidas a otros posibles objetivos, lo que refuerza las sospechas de un ajuste de cuentas relacionadas con el narcotráfico.

En Puerto Bolívar, la violencia alcanzó a Ciro Alfredo Napa Angulo, quien fue atacado mientras se desplazaba en bicicleta frente al mercado municipal. Dos hombres en motocicleta lo interceptaron y le dispararon en al menos cuatro ocasiones, provocando su muerte instantánea.

La escena del crimen, ocurrida en plena mañana, dejó a comerciantes y transeúntes en medio de la conmoción y el terror.

La racha violenta continuó esa misma noche en Pasaje, donde Luis Antonio Aguilar Morán fue asesinado en un restaurante de comida típica. Dos sicarios llegaron en motocicleta y abrieron fuego sin mediar palabra, acabando con la vida de Aguilar frente a los comensales.

El pánico se apoderó del lugar, mientras las personas intentaban resguardarse del ataque.

En todos los casos, las autoridades realizaron levantamientos de cuerpos y recolectaron evidencias, incluyendo casquillos de bala y panfletos con mensajes intimidatorios. La Policía Nacional ha intensificado los operativos en la provincia, con el objetivo de identificar a los responsables de esta ola de violencia que ensombreció las festividades navideñas.

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