Una operación de inteligencia permitió la captura de los principales cabecillas de ‘Los Sandritos’, una facción de ‘Los Lobos Espejo’ que operaba en Puerto Bolívar, Machala. Este grupo delictivo se encargaba del tráfico de drogas y del abastecimiento de armas y municiones a organizaciones criminales en Esmeraldas, Tungurahua y otras provincias del país.
Las autoridades identificaron que la organización mantenía un corredor de narcotráfico desde de Machala, utilizando diferentes tipos de vehículos para el envío de grandes cantidades de sustancias ilícitas.
Además, se descubrió que empleaban caletas en vehículos y bodegas clandestinas para el almacenamiento de armamento de alto calibre, que luego era distribuido a grupos delictivos vinculados al crimen organizado, indicó la Policía Nacional.
Tras siete meses de investigación, las unidades investigativas ejecutaron la operación ‘Malasia’ que, dejó como resultado la captura de 21 personas, entre ellas tres considerados objetivos de alto valor. En la intervención se decomisaron 67.465 gramos de sustancias sujetas a fiscalización, así como un arsenal de armas, municiones y explosivos listos para ser enviados a otras provincias.
Entre los detenidos figuran Sandro Z., alias ‘Manguito’, Eda Mónica H. B., alias ‘Ágata’, y José Luis I. C., alias ‘Indio’, quienes eran los encargados de la logística de la droga y el armamento.
‘Manguito’ coordinaba el envío de estupefacientes, mientras que ‘Indio’ manejaba la distribución de armas y municiones provenientes de la frontera con Perú.
Las investigaciones determinaron que la red criminal operaba con una estructura bien organizada, en la que utilizaban empresas fachada y contactos en el puerto para facilitar el ingreso y salida de los cargamentos ilegales.
De igual forma, la organización empleaba la violencia para mantener su hegemonía en el control de las rutas del narcotráfico, lo que había generado un incremento en los hechos de sicariato y enfrentamientos armados en la zona.
Durante la intervención, se allanaron inmuebles en Machala, El Guabo y Guayaquil, donde se encontraron vehículos modificados con compartimientos secretos para el traslado de la droga y las armas. También se incautaron 64.925 gramos de marihuana y drogas sintéticas, 10 granadas, 27.286 municiones y varias armas de fuego.
Según la Policía Nacional, el material incautado estaba destinado a fortalecer a organizaciones criminales en Esmeraldas, Tungurahua y Sucumbíos, donde se mantiene un conflicto interno entre bandas por el control de los territorios. Este arsenal tenía como propósito ejecutar atentados y expandir su dominio mediante la violencia extrema.
Los detenidos fueron puestos a órdenes de las autoridades judiciales, quienes determinarán su situación legal.