Comentarios
3 min read
12

El unilateralismo

marzo 6, 2025
0
El unilateralismo

El gobierno de Donald Trump ha desatado una serie de polémicas a nivel internacional con su agresiva política comercial basada en la imposición de aranceles a las exportaciones de varios de sus socios comerciales. Las medidas proteccionistas impuestas por Washington han sacudido el orden económico global y han generado tensiones con países que históricamente han sido aliados cercanos de Estados Unidos. Entre estos destaca Canadá, con quien comparte una relación comercial robusta y de larga data.

La imposición de aranceles a productos canadienses bajo el argumento de la seguridad nacional no solo ha sido una sorpresa, sino que también ha minado la confianza en la estabilidad de los acuerdos comerciales norteamericanos. Canadá, socio fundamental en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora sustituido por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ha manifestado su descontento y ha respondido con medidas arancelarias recíprocas. Esta escalada de medidas proteccionistas ha generado incertidumbre en los mercados y ha puesto en duda la fortaleza de las relaciones bilaterales.

Pero Canadá no ha sido el único afectado. La Unión Europea ha sido blanco de amenazas similares, con la posibilidad de una guerra comercial que afectaría sectores clave de la economía global. Desde la imposición de aranceles al acero y aluminio hasta la posibilidad de gravámenes a la industria automotriz europea, la política comercial de la administración Trump parece regirse más por una visión de competencia feroz que por la consolidación de alianzas estratégicas.

Esta postura refleja un cambio radical en la política exterior estadounidense, donde las lealtades y los tratados parecen tener una importancia secundaria frente a lo que Washington percibe como sus intereses nacionales inmediatos. En este nuevo paradigma, la imagen de aquiescencia de los socios comerciales no garantiza reciprocidad por parte de Estados Unidos. De hecho, el mensaje de la administración Trump es claro: cada país debe velar por sus propios intereses sin dar por sentadas las asociaciones pasadas.

El efecto de esta postura proteccionista y de confrontación es doble. Por un lado, ha generado desconfianza entre los socios comerciales de EE.UU., quienes ahora buscan diversificar sus mercados y reducir su dependencia del comercio estadounidense. Por otro lado, ha alimentado la percepción de que Estados Unidos está dispuesto a sacrificar el orden económico internacional que él mismo ayudó a construir en favor de políticas unilaterales de corto plazo.

En el largo plazo, la estrategia de Trump podría tener consecuencias negativas para la economía estadounidense. Aunque el proteccionismo busca fortalecer la industria nacional, también puede llevar a represalias comerciales, afectando exportaciones y aumentando costos para los consumidores.

La política comercial de Donald Trump ha puesto en evidencia una transformación en la estrategia estadounidense: de la cooperación multilateral al unilateralismo agresivo. Sin embargo, la historia ha demostrado que el aislamiento raramente beneficia a las grandes potencias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones Relacionadas