Amazon ha transformado radicalmente su papel en el comercio global, evolucionando de ser un participante más en el mercado a convertirse en el dueño absoluto del mismo. Según datos actualizados de Statista para 2023, la empresa controla el 37.6% del comercio electrónico estadounidense, generando ingresos netos que aumentaron de $513.98 mil millones en 2022 a $554.02 mil millones en 2023.
La táctica es sistemática: Amazon adquiere empresas competidoras para posteriormente llevarlas a la quiebra, preservando así la ventaja competitiva de sus marcas propias. Con un inventario propio de 12 millones de artículos, que se expande a 350 millones cuando se incluyen los vendedores del Marketplace, Amazon ha creado un ecosistema de dependencia donde aproximadamente el 70% de los vendedores son terceros independientes.
Esta estrategia refleja un patrón más amplio de consolidación corporativa. La plataforma registra ventas de $4,722 por segundo, $283,000 por minuto y más de $17 millones por hora, cifras que demuestran su dominio absoluto del mercado digital. Cuando su sitio web se cayó durante 40 minutos en 2013, las pérdidas alcanzaron los $5 millones, evidenciando su papel crucial en el comercio global.
El modelo de negocio de Amazon representa un nuevo tipo de integración vertical digital. La compañía no solo controla la plataforma de ventas, sino que también domina la logística a través de su programa FBA (Fulfillment by Amazon), utilizado por el 86% de los vendedores. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por su sigla en inglés), bajo el liderazgo de Lina Khan, ha identificado cómo la empresa utiliza Prime como mecanismo de captura de clientes, con más de 200 millones de miembros globales que gastan en promedio más de $1,000 al año.
Las implicaciones de este control centralizado son profundas. El 73% de los vendedores en Amazon logran márgenes de beneficio superiores al 10%, y más de un tercio alcanza más del 20%, cifras significativamente superiores al 7-10% típico de los pequeños negocios estadounidenses. Sin embargo, el 80% de los vendedores se ven obligados a diversificarse en otras plataformas debido al creciente dominio de las marcas privadas de Amazon.
La concentración de poder económico en manos de Amazon plantea preguntas fundamentales sobre la naturaleza del mercado libre en la era digital. Como señaló el Senador John Sherman en 1890 en apoyo al proyecto de ley antimonopolio: “Si no toleramos a un rey en el poder político, no deberíamos tolerar que nadie reine sobre la producción, transportación y venta de productos básicos para la vida. Si no estamos dispuestos a rendirnos ante un emperador, no deberíamos rendirnos ante un autócrata del comercio”. Esta realidad sugiere que las teorías económicas tradicionales sobre competencia y monopolio necesitan una urgente actualización para la era del comercio electrónico, especialmente cuando las plataformas digitales pueden implementar tácticas anticompetitivas con una velocidad y escala sin precedentes.