El gobierno del presidente Donald Trump reconoció haber deportado por equivocación a un salvadoreño con estatus legal protegido en Estados Unidos a El Salvador, donde después fue trasferido a la prisión de máxima seguridad llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).

“La expulsión fue un error”, escribió un alto funcionario del Servicio de Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) en un documento judicial el lunes por la noche, generando indignación entre grupos en defensa de los derechos de los inmigrantes.

El deportado en cuestión es Kilmar Armando Ábrego García, de 20 años, quien fue detenido el 12 de marzo tras una jornada de trabajo como aprendiz de chapista en una construcción en Baltimore, Maryland (EE.UU.), según una denuncia presentada ante un tribunal federal por sus abogados.

Tres días después, el 15 de marzo, fue expulsado del país en uno de los tres vuelos que partieron de EE.UU. en medio de una batalla legal, después de que el presidente Trump invocara una ley del siglo XVIII para justificar la deportación y un juez federal tratara de bloquear la decisión.

Una vez el El Salvador, Ábrego García y otras decenas de personas procedentes de EE.UU. fueron trasladados al Cecot, la megaprisión símbolo de las políticas de seguridad del presidente Nayib Bukele y que organizaciones nacionales e internacionales tachan de ser un sistema de comisión de violaciones masivas a los derechos humanos.

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