El diálogo puede ser un desafío para un país, pero también una herramienta para resolver conflictos y construir una cultura de paz.
El diálogo como desafío exige mirar los problemas desde diferentes perspectivas. Implica escuchar y respetar puntos de vista distintos. Requiere tiempo y confianza entre los finalistas de las elecciones de la primera vuelta. Es decir, ¿habrá confianza entre los finalistas Noboa y Luisa para entrar en un diálogo culturalmente de concertación política?
El país requiere un diálogo abierto como herramienta útil y necesaria para la convivencia democrática concerniente en una paz ciudadana, conociéndose que la delincuencia organizada proviene de un mandamás que ordena cuando y donde atacar.
Todo esto implica una real preocupación para la otra parte que buscaría no ofender sino, sacar acercamiento y poner fin con el dialogo ante la gravísima y eminente situación que vive todo el Ecuador; llegar al entendimiento que lo que se busca que en la segunda vuelta sea de carácter electoral. Si no somos capaces como país de educarnos y formar a las generaciones que vienen, entonces, ¿qué futuro le espera a nuestra juventud ecuatoriana?
Cada ecuatoriano/na ha venido observando y escuchando todo cuanto se ha degenerado con la violencia del día al día, es hora de hacer algo, es de mucha preocupación que los entes gubernamentales en vez de estar dirigiendo boletines y/o intervenciones con actores que tienen en sus manos las herramientas necesarias para combatirlas, no actúan. ¿Qué nos espera?
Reitero, el diálogo puede ser un desafío para un país, pero también una herramienta para resolver conflictos y construir una cultura de paz. Caso contrario, somo un país que estamos viviendo al revés.
La solución está en manos del señor presidente; la ciudadanía volvió a votar por asambleístas sin títulos académicos que ganan más que los profesionales de cuarto nivel que con esfuerzo y dedicación lo obtienen. La verdad que este nuevo suceso de votar por votar, es una “grosería”. Es una muestra más que en el país el gran electorado aun no madura políticamente, la ausencia de valores éticos y morales es uno de los grandes males que seguirá viviendo el Ecuador en la Asamblea Nacional.
Una vez más, la prueba del voto ha pasado a la historia; para el próximo periodo legislativo tendrá nuevas herramientas, habrá dos mayorías, ADN y Revolución Ciudadana; serán los asambleístas sin mayor representación que se podrían unirse formando un bloque, negociarán sus proyectos para sus respectivas jurisdicciones y/o negociarán para sus “patrones” dueños de los partidos y movimientos políticos que tiene “deudas pendientes” para salir airosos con el nuevo gobierno. Lo veo muy difícil este entuerto.
Este nuevo escenario, tiene su pro y contra, todo dependerá de los acuerdos que logren las dos bancadas mayoritarias para cerrar el actual periodo. No todo esta dicho. El reto comienza a tomar forma, y unas de ellas, es el desafío de lograr repuestas urgentes en materia de seguridad. Además, en caso de no haber entendimiento, aparecería el hombre del maletín y/o el cierre de la Asamblea ….