Édgar Stalin Balcázar Díaz y Cristian Jesús Gálvez Zapata fueron asesinados brutalmente la noche del miércoles 27 de noviembre en Huaquillas, mientras realizaban labores de reparación en una camioneta, en la ciudadela El Paraíso, dejando una escena desgarradora que conmocionó a los vecinos.
El crimen se desató alrededor de las 20h00 en la intersección de las calles Guayas y Tungurahua. Testigos aseguran que varios sujetos armados descendieron de un vehículo y, sin mediar palabra, abrieron fuego contra los dos hombres. Los disparos resonaron por todo el sector, mientras los gritos de mujeres desesperadas pedían ayuda.
Uno de ellos perdió la vida instantáneamente tras recibir un disparo directo en la frente. Por su parte, la otra víctima, aunque presentaba signos vitales, fue trasladado de urgencia en un vehículo particular hacia un hospital cercano. Lamentablemente, su deceso fue confirmado poco después de llegar al centro médico.
En el lugar de los hechos, la sangre de las víctimas quedó regada en la calzada, mientras sus cuerpos yacían expuestos. Esta escena desgarradora atrajo a decenas de curiosos, quienes no ocultaban su temor y consternación ante el incremento de actos violentos en la localidad.
La Policía Nacional acudió rápidamente al lugar para acordonar la zona e iniciar las investigaciones. Se recolectaron varios casquillos de bala, que serán analizados como parte de las diligencias para identificar a los responsables. Hasta el momento, no se ha informado sobre detenciones relacionadas con este hecho.
Este ataque armado se suma a la creciente ola de violencia que azota a Huaquillas, un cantón que se encuentra sumido en el miedo y la incertidumbre. Los moradores exigen mayor seguridad y acciones contundentes para frenar los crímenes que se han convertido en el pan de cada día.
Las autoridades locales han señalado que este tipo de hechos podrían estar relacionados con disputas entre bandas criminales, lo que aumenta la preocupación en la comunidad. Mientras tanto, el silencio y la impotencia predominan entre los familiares de las víctimas, quienes ahora claman justicia.
Huaquillas vive momentos de tensión, con un aumento alarmante de asesinatos que refleja un panorama sombrío en materia de seguridad. Este doble crimen deja un mensaje claro: la violencia no da tregua en este rincón de la frontera.