El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) atraviesa una crisis estructural que ha puesto en jaque la salud y el bienestar de miles de afiliados en la provincia de El Oro. Las constantes quejas sobre la falta de medicinas, las largas esperas para acceder a una consulta médica y la deficiente atención en hospitales y centros de salud evidencian la necesidad urgente de una reforma profunda en el sistema de seguridad social del país.
La seguridad social es un derecho fundamental de los trabajadores ecuatorianos. Sin embargo, en la práctica, este derecho se ha convertido en un calvario para quienes dependen del IESS. En El Oro, la situación es crítica: pacientes con enfermedades crónicas no reciben sus tratamientos a tiempo, la falta de especialistas y equipos médicos limita la atención adecuada, y la burocracia entorpece aún más los procesos administrativos.
Los jubilados y afiliados enfrentan la dura realidad de no encontrar los medicamentos que necesitan en las farmacias del IESS, lo que los obliga a adquirirlos en farmacias privadas a costos elevados. Esto representa una grave vulneración de sus derechos, pues muchos de ellos dependen de pensiones modestas que no les permiten cubrir estos gastos adicionales.
El problema del IESS en El Oro, y en todo el país, no es casual. Entre las principales razones del deterioro del servicio están:
Mala administración de los recursos: La deuda del Estado con el IESS y la falta de transparencia en el manejo de fondos han afectado gravemente la capacidad operativa del sistema de salud.
Corrupción y clientelismo: Contratos irregulares, sobreprecios en adquisiciones y falta de planificación han debilitado el abastecimiento de medicinas y el mantenimiento de la infraestructura hospitalaria.
Desabastecimiento crónico de medicamentos: La falta de previsión y una mala gestión logística han provocado que los afiliados no puedan acceder a medicinas esenciales.
Falta de personal especializado: Muchos centros de salud del IESS en El Oro no cuentan con los médicos especialistas suficientes para atender la demanda de pacientes, generando largos tiempos de espera.
El IESS es una institución que debe servir a los ciudadanos y garantizarles una atención de salud digna. En la provincia de El Oro, la situación ha llegado a un punto crítico y requiere acciones inmediatas. No se puede seguir postergando una reforma estructural del sistema de seguridad social, pues lo que está en juego es la vida y el bienestar de miles de ecuatorianos. Si el gobierno y las autoridades no actúan de manera decidida, la crisis del IESS solo se profundizará, afectando aún más a los afiliados que dependen de este sistema para su salud y calidad de vida.