Ni las intenciones de la Asamblea, ni los anuncios de la vicepresidenta Verónica Abad tuvieron éxito. Fuerzas Armadas y Policía dieron un espaldarazo a la postura del presidente Daniel Noboa.
Sin pedir licencia ni encargando la Presidencia. Así llegó Daniel Noboa al primer día de la campaña electoral que arrancó, el 5 de enero, con él como uno de los principales protagonistas.
Se podría decir que, al menos, por ahora, el presidente y su movimiento, Acción Democrática Nacional (ADN), han tenido éxito en sus planes.
Y eso que, horas antes del arranque de la etapa proselitista oficial, las presiones para que Daniel Noboa pidiera licencia y dejase encargada la Presidencia se intensificaron desde varios frentes.
“Nos vamos a sacrificar y no vamos a hacer campaña”, dicen los asambleístas del partido de Gobierno
Por un lado, en la Asamblea surgieron voces, especialmente de Revolución Ciudadana (RC), con la tesis que el Pleno podía obligar a tomar licencia no solo a los legisladores inscritos como candidatos, sino también al presidente de la República.
Por eso, la bancada de ADN denunciaba que desde la Asamblea se gestaba un “intento de golpe de Estado” para sacar al presidente del camino y poner a la vicepresidenta Verónica Abad en su lugar.
Sin embargo, la idea se fue desinflando porque bancadas como la del Partido Social Cristiano (PSC) y Construye, que completan la oposición al Gobierno en el Legislativo, pusieron en duda la competencia de la Asamblea para licenciar a Noboa.
El CNE evita pronunciarse sobre licencia del presidente Daniel Noboa para la campaña
Para no quedarse con las manos vacías, en la sesión nocturna del Pleno, del 4 de enero, el correísta Cristhian Vega mocionó solo obligar a tomar licencia a los asambleístas candidatos, incluyendo a los oficialistas, sin mencionar en la resolución a Noboa.