Ya lo dijo una vez el poeta Allen Ginsberg: “Quien controla los medios, controla la cultura”. En Ecuador se viven tiempos interesantes, para empezar ciertos medios de comunicación y el gobierno, están en una especie de guerra sin cuartel, incluso este asunto a llegado a instancias internacionales. Sin embargo, cabe aclarar que no todos los medios de comunicación están en contra del gobierno, siendo de conocimiento público, que muchos periodistas son objetivos al difundir las noticias, por cuanto poseen las pruebas que respaldan la información.
Aquí vale preguntarse ¿Quién cumple con la función dominante: los medios, el gobierno o la sociedad civil? la función dominante la tiene el gobierno elegido en las urnas, aunque de algún modos, ciertos autores han catalogado a los medios de comunicación como el “cuarto poder”, ya que la prensa mueve masas. En nuestro país no podemos olvidar, que fue la prensa quien convoco la gente a las calles, para darle fin a algún régimen político, hace 100 años fue a Eloy Alfaro y hace más de 2 décadas fue a Lucio Gutiérrez. Asi que los medio tienen una gran influencia en las masas.
Otra pregunta que podemos trazar aquí es ¿Los medios de comunicación, en realidad, ofrecen una oportunidad de emancipación? La búsqueda de la libertad, es algo que los medios de comunicación promulgan a carta abierta, asi como Francisco Zarco una vez lo manifestó: “Un pueblo puede agitarse por lo que la prensa diga, pero puede morir por lo que la prensa calle”, una frase muy sabía, pero que muchas veces puede servir para un doble propósito. No podemos negar que así como existen periodistas y medios objetivos, también hay aquellos que se valen de la ‘libertad de prensa’ para hacer daño.
Vale preguntarse ¿Cuál debería ser el papel que desempeña la sociedad civil en esta lucha? Los ciudadanos de la república, puede que se enfrenten a un dilema al no saber a quién creer, por un lado está el gobierno y por otro lado están los medios, mucha gente incluso no creen a ninguno de los dos y otros ciudadanos hacen caso a quien ofrece algún tipo de beneficio. En un mundo tan mediatizado, ya es difícil saber que es verdad y que es mentira, es por eso, que el ciudadano debe ser cauteloso y no dejarse engañar.
En conclusión, en democracia no es raro ver a los medios de comunicación discutiendo con el gobierno de turno, pues como dice aquel viejo refrán “nadie es monedita de oro para caer bien a todos”. No en vano, nos hemos detenido a leer estas breves palabras… y más cuando sobran razones para dudar de lo que nos venden en televisión, radio, periódico, internet, etc. Con tanta prevaricación en vuestro entorno, es mejor ir adquiriendo un seguro de vida.