La violencia no da tregua en El Oro. La noche del domingo 23 de marzo, Diego Sebastián Gómez Yunga, de 20 años, fue brutalmente asesinado a tiros en las afueras de una discoteca en el cantón El Guabo. La víctima compartía con su pareja cuando la tragedia se desató en cuestión de segundos.

Según testigos, la joven se apartó por unos momentos para comprar comida. Fue en ese preciso instante cuando varios hombres armados descendieron de una camioneta blanca y abrieron fuego sin piedad contra Gómez. El ataque fue fulminante y el joven quedó tendido en la acera, sin posibilidad de reaccionar.

El brutal crimen generó pánico entre los presentes, quienes corrieron en diferentes direcciones buscando refugio. Algunos intentaron auxiliar a la víctima, pero las heridas eran letales. Su pareja, al percatarse de lo ocurrido, entró en una crisis de nervios.

Efectivos de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (DINASED) llegaron al lugar para realizar el levantamiento del cadáver. Durante la inspección, se hallaron 13 casquillos de bala, correspondientes a proyectiles de calibres 9 mm y 5.56, lo que indica el uso de armas de alto poder destructivo.

Las primeras indagaciones sugieren que el homicidio fue premeditado. Gómez Yunga tenía antecedentes penales por robo y presunto vínculo con el tráfico de drogas, lo que refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas dentro de las disputas criminales que azotan la región.

Los moradores de la zona aseguraron que los sicarios actuaron con frialdad y rapidez. Tras descargar su furia de plomo sobre la víctima, subieron nuevamente a la camioneta en la que llegaron y huyeron sin dejar rastro. Nadie pudo identificar el rumbo exacto que tomaron.

Las autoridades trabajan en la recolección de videos de las cámaras de seguridad del sector para identificar a los responsables. Además, se han activado operativos policiales en puntos estratégicos con la esperanza de dar con el paradero de los sicarios.

El cuerpo de Gómez Yunga fue trasladado al centro forense de Machala, donde los especialistas practicaron la autopsia. Los resultados preliminares confirmaron múltiples impactos de bala en la cabeza y el pecho, lo que le causó la muerte de manera instantánea.

El Guabo se ha convertido en escenario de hechos violentos que tienen en vilo a sus habitantes. La preocupación crece entre la población ante la ola de sicariatos que azota la provincia de El Oro y que parece no tener freno.

Las investigaciones siguen su curso. La Policía no descarta que el asesinato esté relacionado con disputas entre organizaciones delictivas. Por ahora, la cacería de los responsables se mantiene activa.

Las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía para que colabore con información que ayude a esclarecer el caso. Cualquier pista podría ser clave para dar con los autores de este crimen que deja una vez más en evidencia la crisis de inseguridad en la provincia.

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