La pandemia de COVID-19 no solo fue una crisis sanitaria y económica, sino también un desafío para la estabilidad democrática en muchos países. En algunos casos, los gobiernos tomaron medidas extraordinarias para enfrentar la emergencia, lo que generó debates sobre el equilibrio.

Muchos gobiernos adoptaron estados de excepción, lo que les permitió gobernar por decreto, limitando derechos fundamentales y restringir la movilidad. Aunque algunas medidas fueron necesarias, en varios países esto llevó a:

Debilitamiento del control legislativo y judicial. Uso excesivo de la fuerza para hacer cumplir restricciones. Persecución de opositores o censura a periodistas bajo pretexto de combatir la desinformación.

La pandemia aumentó: Manejo opaco de los recursos destinados a la emergencia. Falta de acceso a datos reales sobre contagios y muertes. Difusión masiva de teorías conspirativas y noticias falsas.

En Ecuador existió el impacto en elecciones y participación ciudadana. Varias elecciones se pospusieron o realizaron con restricciones.

En países como EE.UU. y Brasil, la pandemia polarizó aún más a la sociedad, con debates sobre sanitarias y medidas urgente, su impacto fue tremendo para todas las comunidades de extracto sociales bajos.

En Ecuador, las elecciones de 2021 fueron atípicas por la pandemia, con una fuerte crisis económica y sanitaria como todos los países del mundo.

Aunque las restricciones limitaron las protestas en 2020, en 2021 y 2022 se reactivaron con fuerza. La pandemia agravó desigualdades y descontento social, generando manifestaciones en países como: Colombia (2021), protestas en Ecuador (2022).

El legado y desafíos para la democracia fue demostrado con mayor vigilancia ciudadana y periodismo investigativo para evitar abusos.

Llamó mucho la atención de aquellas reformas que, en vez de mejorar la transparencia en la gestión de crisis, aumentó la corrupción en ministerios como el de la salud entre otros … Cero fortalecimientos de la participación ciudadana y democrática. Todo se llenó caos.

Cinco años de la pandemia, en conversación con BBC Mundo, la especialista en estrés y trauma se refería a una medida sin precedentes que a esas alturas se extendía alrededor del mundo y que mantenía bajo algún tipo de cuarentena a 2.600 millones de personas a nivel global.

Cinco años han pasado desde aquel miércoles 11 de marzo en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia de covid-19.

A cinco años del inicio de la pandemia de COVID-19, es evidente que su impacto ha sido profundo en múltiples aspectos de la sociedad. Estos son algunos de los principales cambios y lecciones que no pudieron ser controlados a tiempo:

Salud y Ciencia; Economía y trabajo; Educación; Sociedad y Cultura; y Política y democracia.

A pesar del duro golpe, la pandemia también dejó aprendizajes que pueden ayudar a construir sociedades más resilientes y mejores preparadas para el futuro.

Se puede explorar en profundidad cada aspecto del impacto de la pandemia: desde la transformación del sistema de salud y los avances científicos hasta los efectos en la democracia, la economía y crisis. Todo esto es posible, sin robarle recursos al Estado.  

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